Los focos ahorradores son lámparas fluorescentes compactas autobalastradas que proporcionan un flujo luminoso igual al de los focos tradicionales pero con un menor consumo de energía.
A diferencia que los focos incandescentes, los focos ahorradores funcionan por medio de un gas que ioniza y provoca la iluminación en conjunto con la pintura blanca especial que tienen las paredes interiores del tubo.
Estos focos consumen hasta un 80% menos energía, producen más luminosidad por watt y duran hasta 8 veces más que los focos tradicionales.
Es cierto que invertir en este tipo de lámparas ahorradoras es una inversión elevada en comparación con las bombillas de siempre, mientras un foco cuesta alrededor de los $15 pesos, un foco ahorrador está entre los $40 y $50, pero este “gasto” es una inversión a largo plazo, se reditúa con el poco consumo energético.
El tiempo de vida útil de una bombilla incandescente tiene aproximadamente mil horas de vida, mientras que la de los focos ahorradores supera esta cifra en promedio por ocho veces más.