Se realizo un estudio en el cual se dice que los LEDs son inspirados de la luz de las luciérnagas un equipo de investigadores en Bélgica, Francia y Canadá ha aumentado la cantidad de luz de un LED (diodo emisor de luz) hasta en un 55% al imitar la estructura irregular del abdomen de una luciérnaga en una capa situada sobre este dispositivo semiconductor.
El equipo, formado por Annick Bay, Nicolas André, Michaël Sarrazin, Ali Belarouci, Vincent Aimez, Laurent A. Francis, and Jean Pol Vigneron, ha estudiado la luciérnaga Photuris y ha comprobado que la disposición y forma de las escamas de su abdomen consigue cambiar el índice de refracción para potenciar la luz bioluminiescente.
Se trata de una estructura microscópica de escamas irregulares con bordes afilados y levantados mínimamente por el extremo (una separación de tres micras, que son menos de la vigésima parte del grosor de un cabello humano), que mejora la eficiencia de la linterna -u órgano luminoso- de estos insectos.
El resultado es que se consigue un 50% más de brillo que si tuviera una superficie plana.
Convencidos de que esta solución natural es fruto de millones de años de evolución, los científicos imitaron esta geometría en el diseño de un revestimiento para la tecnología LED, para conseguir fotones con menor consumo de energía.
El sistema propuesto es una capa ondulada de resina fotosensible depositada sobre un LED estándar de nitruro de galio.
El perfil de ondulación se inspira directamente en la geometría de la superficie de la cutícula de la luciérnaga.
Añadir esa característica a los LED existentes podría ahorrar energía puesto que el revestimiento escarpado hace que las luces LED brillen más.
